“Nunca pensé interrumpir este embarazo… Un hijo es una bendición”


VALERIA GASTALDI

A los 27 años, la ex Bandana espera su primer hijo, un varón que nacerá en dos meses. Recibió la noticia de la maternidad mientras estaba en plena gira con su disco solista, Cuando no estás. El padre del bebé –Facundo Pereyra Iraola, también músico, bajista del grupo Gazpacho–, que no era su novio, la dejó sola. Pero lejos de amedrentarse, la hijastra de Marcela Tinayre será madre soltera. “Mi gran familia es el mejor apoyo… Papá (Marcos) me consoló desde un principio y siempre me puso el hombro, sin cuestionamientos”, confesó.

Hasta hace unos siete meses, Valeria Gastaldi (27, cantante, que fuera una de las cinco integrantes de Bandana, junto a Lourdes Fernández, Virginia Da Cunha, María Elizabeth Vera e Yvonne Guzmán) tenía la preocupación de presentar el disco, Cuando no estás –el título, un tanto premonitorio–, su debut como solista, en todos los escenarios posibles. Pero se enteró de que estaba embarazada y enseguida supo que quería ser madre soltera. “En este momento busco la calma y la paz, por sobre todas las cosas. Hago yoga, leo libros de filosofía y me rodeo de gente con buena energía”, dice con tranquilidad. Su voz, cargada de dulzura y con alguna nota de melancolía. En el centro de este escudo protector que armó para atravesar su primer embarazo, compartió su historia con GENTE.
–¿Cuándo te enteraste del embarazo?


–En abril pasado, en plena gira por los Estados Unidos. Acababa de hacer un show con Paulina Rubio en Los Angeles, y justo ahí me di cuenta. Lo percibí enseguida. Supongo que será el sexto sentido femenino... Fue un shock, pero nunca dudé en seguir adelante con el embarazo.


–¿Quién es el padre de tu hijo?


–Se llama Facundo (Pereyra Iraola, bajista del grupo Gazpacho) y es músico. Le dejé en claro que iba a seguir adelante con este embarazo independientemente de cuál fuera su deseo. De hecho, él y yo no estábamos en pareja. Cuando nos vimos y me comunicó su decisión de dejarme supe que estaba sola. Ahí empezó un largo camino, con momentos de mucha felicidad y otros de gran tristeza. Pero cuando la panza empezó a crecer, la balanza siempre se inclinó para el lado positivo. Todos los días pienso en mi hijo.


–Cuando él decidió abrirse, ¿alguna vez pensaste en interrumpir el embarazo?


–¡No! Algunas mujeres de mi familia, desde al amor que me tienen, se preocuparon mucho por mi decisión de llevar adelante este proceso sola. Temían que sufriera las consecuencias de traer un hijo al mundo sin un hombre que nos cuide y nos acompañe. Yo opté por seguir adelante con mi vida y con mi trabajo. Estoy –obviamente– muy movilizada, pero no paralizada.


–¿Quién te apuntala cuando estás triste?


–Mi gran familia es el mejor apoyo que tengo. Algunos tardaron más que otros en aceptarlo. Mi papá (Marcos Gastaldi) estuvo a mi lado desde el principio, escuchándome llorar y consolándome, sin cuestionamientos. Mi mamá (María José Cantón) también, pero sentía miedo por mi soledad. Me veía frágil. Ella sabe lo que es llevar un hijo en la panza, y quizá hubiera querido otra cosa para mí. Mis dos mejores amigas, casi como hermanas, Constanza (Brito) y Delfina (Lecouna), son de fierro. La primera vez que escuché el corazón de mi hijo estábamos las tres juntas tomadas de la mano. Fue muy emocionante. Ellas me aportan mucha calma en este proceso. Camila, mi hermana, es otro pilar fundamental.


–También están los Tinayre, tu familia postiza…


–Sí, tal cual. A esta altura de mi vida, tengo un familión: mis cuatro hermanos –Camila, Marcos y Santiago, del primer matrimonio, y Rocco, el hijo que tuvo junto a Marcela Tinayre–, y Nacho y Juana Viale, mis hermanos “nuevos”. Con Juana somos muy unidas, y Marcela me apoyó mucho, sobre todo al principio, cuando yo estaba peor. Todos cumplen roles importantes. Son mis grandes afectos.


–Con su primera hija, Juana tuvo una historia similar. ¿Te ayudó su experiencia?


–Si bien su embarazo también fue una sorpresa, el padre de su hija (Juan de Benedictis) estaba está más presente. Juana me dio los mejores consejos desde lo más profundo de su corazón, y comparte conmigo todo.


–¿Qué relación tenés hoy con Facundo, el padre de tu hijo?


–No me gusta hablar de él, porque tengo sentimientos encontrados. Es una buena persona y prefiero no juzgarlo, porque todos tenemos derecho a equivocarnos. No somos una pareja… El vive este proceso de una forma muy diferente a la mía. Por eso, prefiero callarme y no mezclar las cosas.


–¿Estás abierta a la posibilidad de que él se involucre como padre una vez que nazca el bebé?


–Sí, totalmente. Sería incapaz de quitarle a mi hijo esa posibilidad. Ahora que está en la panza, tiene a mi papá y a mis hermanos, que lo están cuidando… Son los hombres que yo quiero, admiro y respeto profundamente. También me acompaña Gonzalo, mi mejor amigo. Mi hijo está rodeado de amor y de figuras masculinas que para mí son grandes referentes. Si el papá del bebé quiere estar, yo nunca se lo voy a negar. Estará en él manejar su entusiasmo y su compromiso como padre.


–¿Le vas a reclamar la responsabilidad económica que le corresponde como padre?


–No, pero creo que para cualquier ser humano es muy dignificante contribuir con la crianza de un hijo, aunque para mí lo más importante que él le puede dar es su amor. Por ahora, yo me estoy haciendo cargo de todo.


–¿Qué cambio sentís más fuerte?


–¡Las hormonas son fatales! (se ríe). Yo estaba de gira por los Estados Unidos y tuve que interrumpirla antes de cantar junto a Luis Fonzi y Enrique Iglesias. Pero seguí componiendo. Acabo de firmar un contrato con Sony/BMG, la compañía que me vio nacer, mis primeros maestros. Por contrato, tenemos varios discos. El segundo de solista va a salir en el 2010.


–Vas a ser una mamá cantante y nómade…


–El año pasado decidí volver a la Argentina, donde está la gente que me dio la oportunidad de estar arriba de un escenario. El bebé me acompañará donde sea que yo vaya… Soy muy pegota y cariñosa. Si él quiere subirse al escenario y ayudar con algún instrumento, ¡bienvenido! (se le iluminan los ojos).


–¿Quién te va a acompañar durante el parto?


–Aún no lo sé (se queda pensativa). Ya se ofrecieron mi mamá (María José Cantón) y mi hermana Camila. Cuando llegue la hora, decidiré.


–Es importante que alguien te sostenga la mano…


–Todas las noches me voy a dormir sola, con mi bebé y mi perro Toto. Me acostumbré a la soledad, me fortalecí bajo estas condiciones. Entonces me imagino yendo a parir sola. Tengo una sensibilidad muy alta, pero también soy fuerte. Siempre hice elecciones jugadas en mi vida, en todo sentido. Es difícil sostener esa exigencia, pero así es mi esencia: positiva y para adelante. Vale la pena correr riesgos con responsabilidad.


–¿Tenés miedo?


–Generalmente tengo pensamientos positivos, pero con el embarazo se me despertaron muchos miedos. El más recurrente es que me pase algo a mí y que mi hijo se quede solo… Extraño tener alguien que me mime.


–¿Te gustaría formar una familia algún día?


–Sí, claro. Tengo muchas ganas de enamorarme. Nunca fui rebelde, así que ¡me encantaría que la vida me sorprenda adentro de un vestido de novia!


–¿Qué clase de hombre te gusta? Porque entre la estrella pop Alejandro Sanz y el ex ministro de Economía Martín Lousteau, dos de tus anteriores noviazgos, no hay mucho en común…


–(Risas) Bueno, no tengo un ideal ni un patrón. Me engancho con alguien, con su energía, que haya buena química y punto.


–¿Qué mensaje les darías a las madres solteras como vos?


–Justamente por eso decidí contar mi historia. Quizá pueda ayudar a alguien con mi testimonio. No quiero caretear ningún sentimiento: la soledad es muy dura, pero hay que buscar la calma y seguir adelante. Hay que refugiarse en los seres queridos y tener fe, que la vida siempre te devuelve cosas maravillosas. No interrumpir un embarazo vuelve en la bendición más grande, que es la de tener un hijo.


–El 5 de diciembre vas a cumplir 28 años. ¿Qué deseos vas a pedir?


–Que mi hijo esté bien, que el 2010 venga lleno de música y que pueda enamorarme de verdad.